¿Quien es Javi? Su historia
Hola, me llamo Javier, tengo 11 años y debido a una mala atención médica que recibió mami tengo encéfalopatia hipoxico isquemia severa (una parálisis cerebral severa).
Nací el 22 de octubre del 2004, dos meses antes de lo previsto, por lo que tuve que pasar mucho tiempo en la incubadora, lleno de aparatos y muy muy malito. Hasta se me olvidaba respirar. Además, por estar entubado tanto tiempo, también perdí el reflejo de succión y los dos meses de nacer ya tenía puesto un botón gástrico para poder comer; desde entonces como por sonda.
De aquella operación vinieron grande complicaciones, tanto que a mi mamá le dijeron que estaba gravísimo. Pero yo soy muy fuerte y pude con ello. Salí adelante después de tanta aventura.
El mismo día que cumplí los 6 meses tuve una buenísima experiencia: salí del hospital por primera vez, aunque no dejaría de visitar a la gente de allí, pues mis problemas respiratorios, infecciones y neumonías me harían volver cada una o dos semanas.
Otra larga estancia en el hospital llegaría cuando me operaron mis pies, pues los tenía muy torcidos. Lo que iba a ser un día en el hospital, terminó por convertirse en un mes grave en la UCI. Una vez más mis problemas respiratorios me iban a jugar una mala pasada.
¿Creéis que con esto acaba todo? Pues no. Cuando cumplí los 6 añitos, una nueva operación. Esta vez me intervenían de una hernia inguinal y me quitaron también el testicular derecho, que no me había crecido y estaba un poco feo. Esta vez sí que fui un campeón, y el mismo día de la operación pude irme a mi casa.
En los años siguientes vendrían otras pruebas para mi. Mis caderas se luxaron y tuve que enfrentarme a terribles dolores: en la cama, en la silla con mamá... Menos mal que hace casi dos años pudieron operarme la cadera izquierda y los dolores desaparecieron. Además, me recolocaron de nuevo los pies, que se habían vuelto a torcer.
Aquella última operación vino acompañada de una gran neumonía. Cuando me llevaron al hospital mi pulmón izquierdo no funcionaba y tenía un derrame en la pleura. Muy grave de nuevo. Pero ¡pude con ello!. ¿A que soy todo un campeón?
Las operaciones no han acabado para mi, pues estoy esperando a que me operen de la otra cadera.
Pero no quería terminar mi historia sin contarte que en esta corta pero intensa vida, también he podido asistir a dos grandes competiciones deportivas. En una de ellas, la primera que se hacía en mi pueblo, todos corrieron y se esforzaron para echarme una mano a mí. En la segunda, fue mi amiga Vega la protagonista. Y yo también estuve presente.
No imaginas todo lo que podemos sonreir si tú corres
Nací el 22 de octubre del 2004, dos meses antes de lo previsto, por lo que tuve que pasar mucho tiempo en la incubadora, lleno de aparatos y muy muy malito. Hasta se me olvidaba respirar. Además, por estar entubado tanto tiempo, también perdí el reflejo de succión y los dos meses de nacer ya tenía puesto un botón gástrico para poder comer; desde entonces como por sonda.
De aquella operación vinieron grande complicaciones, tanto que a mi mamá le dijeron que estaba gravísimo. Pero yo soy muy fuerte y pude con ello. Salí adelante después de tanta aventura.
El mismo día que cumplí los 6 meses tuve una buenísima experiencia: salí del hospital por primera vez, aunque no dejaría de visitar a la gente de allí, pues mis problemas respiratorios, infecciones y neumonías me harían volver cada una o dos semanas.
Otra larga estancia en el hospital llegaría cuando me operaron mis pies, pues los tenía muy torcidos. Lo que iba a ser un día en el hospital, terminó por convertirse en un mes grave en la UCI. Una vez más mis problemas respiratorios me iban a jugar una mala pasada.
¿Creéis que con esto acaba todo? Pues no. Cuando cumplí los 6 añitos, una nueva operación. Esta vez me intervenían de una hernia inguinal y me quitaron también el testicular derecho, que no me había crecido y estaba un poco feo. Esta vez sí que fui un campeón, y el mismo día de la operación pude irme a mi casa.
En los años siguientes vendrían otras pruebas para mi. Mis caderas se luxaron y tuve que enfrentarme a terribles dolores: en la cama, en la silla con mamá... Menos mal que hace casi dos años pudieron operarme la cadera izquierda y los dolores desaparecieron. Además, me recolocaron de nuevo los pies, que se habían vuelto a torcer.
Aquella última operación vino acompañada de una gran neumonía. Cuando me llevaron al hospital mi pulmón izquierdo no funcionaba y tenía un derrame en la pleura. Muy grave de nuevo. Pero ¡pude con ello!. ¿A que soy todo un campeón?
Las operaciones no han acabado para mi, pues estoy esperando a que me operen de la otra cadera.
Pero no quería terminar mi historia sin contarte que en esta corta pero intensa vida, también he podido asistir a dos grandes competiciones deportivas. En una de ellas, la primera que se hacía en mi pueblo, todos corrieron y se esforzaron para echarme una mano a mí. En la segunda, fue mi amiga Vega la protagonista. Y yo también estuve presente.
No imaginas todo lo que podemos sonreir si tú corres