¿QuiEn es Bernardo? Su historia

Mi nombre es Bernardo, soy natural de Logrosán (Cáceres) y estoy seguro que lo que te voy a contar sobre mi vida no te dejará indiferente. ¿Tienes un momento para escucharme?
Nací el 25 de febrero de 2005 y a Bernardo y María, mis padres, les dijeron que tenía el cerebelo más pequeño de lo normal. A los 7 días de nacer tuve que enfrentarme a una intervención quirúrgica debido a una cuartacion de aorta (me tenían que ensanchar la arteria para que le circulase bien la sangre). Un mes después de mi operación, apareció en mi cara un angioma, algo parecido a una mancha de nacimiento, por decirlo de alguna manera.
Estos tres síntomas revelaban que padezco el llamado Síndrome de Phace.
Los primeros años de mi vida transcurrieron en medio de estas dificultades, teniendo que acudir a un colegio especial y necesitar de un cuidador, pero esto no me impedía hacer lo que hace cualquier niño de mi edad: corría, saltaba, hablaba, jugaba...
...hasta que llegó el 11 de Agosto de 2012. Eran las fiestas de mi pueblo y me llevaron a ver los toros. Me caí en las gradas y, al ponerme en manos de los médicos para que me atendieran, me puse muy nervioso, me dieron convulsiones y necesité muchos calmantes. Me trasladaron al hospital Materno Infantil y necesitaba de respiración artificial. Fue allí, ingresado, donde transcurrieron los siguientes tres meses de mi vida y donde todo se terminó de complicar, pues entré en coma.
Todos estaban muy preocupados durante aquella larga semana en la que estuve "dormido". Al despertar del coma ya nada era como antes: tenía la mirada perdida y no podía comer por la boca, lo que motivó que tuvieran que ponerme una sonda para alimentarme.
A día de hoy, las cosas no han cambiado mucho. Debido a la parálisis cerebral sigo con la mirada perdida, sólo puedo reaccionar un poco cuando me habla mi mamá y, aunque algunas cosas ya puedo comerlas por la boca, necesito de la sonda para completar mi alimentación. Aún así, intento sonreir y transmitir alegría a los míos. En eso soy un experto.
Sé que las cosas no son fáciles para mis papis, por lo que me gustaría que les ayudarais a conseguir una grúa ortopédica y otras cosas que harían más fácil mi día a día. ¡Si tú corres, tal vez yo también pueda sonreir!
Nací el 25 de febrero de 2005 y a Bernardo y María, mis padres, les dijeron que tenía el cerebelo más pequeño de lo normal. A los 7 días de nacer tuve que enfrentarme a una intervención quirúrgica debido a una cuartacion de aorta (me tenían que ensanchar la arteria para que le circulase bien la sangre). Un mes después de mi operación, apareció en mi cara un angioma, algo parecido a una mancha de nacimiento, por decirlo de alguna manera.
Estos tres síntomas revelaban que padezco el llamado Síndrome de Phace.
Los primeros años de mi vida transcurrieron en medio de estas dificultades, teniendo que acudir a un colegio especial y necesitar de un cuidador, pero esto no me impedía hacer lo que hace cualquier niño de mi edad: corría, saltaba, hablaba, jugaba...
...hasta que llegó el 11 de Agosto de 2012. Eran las fiestas de mi pueblo y me llevaron a ver los toros. Me caí en las gradas y, al ponerme en manos de los médicos para que me atendieran, me puse muy nervioso, me dieron convulsiones y necesité muchos calmantes. Me trasladaron al hospital Materno Infantil y necesitaba de respiración artificial. Fue allí, ingresado, donde transcurrieron los siguientes tres meses de mi vida y donde todo se terminó de complicar, pues entré en coma.
Todos estaban muy preocupados durante aquella larga semana en la que estuve "dormido". Al despertar del coma ya nada era como antes: tenía la mirada perdida y no podía comer por la boca, lo que motivó que tuvieran que ponerme una sonda para alimentarme.
A día de hoy, las cosas no han cambiado mucho. Debido a la parálisis cerebral sigo con la mirada perdida, sólo puedo reaccionar un poco cuando me habla mi mamá y, aunque algunas cosas ya puedo comerlas por la boca, necesito de la sonda para completar mi alimentación. Aún así, intento sonreir y transmitir alegría a los míos. En eso soy un experto.
Sé que las cosas no son fáciles para mis papis, por lo que me gustaría que les ayudarais a conseguir una grúa ortopédica y otras cosas que harían más fácil mi día a día. ¡Si tú corres, tal vez yo también pueda sonreir!