
La carrera solidaria "La Sonrisa de Anastasio y Mi Princesa Rett", atraviesa un paraje de ensueño a lo largo de su recorrido urbano y rural. La posibilidad de correr casi 6 kilómetros junto al río Guadiana y contemplar distintos paisajes hacen a esta carrera atractiva y sorprendente para todos los que completan su recorrido.
En cuanto al circuito, encontramos tres partes bien diferenciadas:
La primera parte, desde la salida hasta el punto kilométrico 2,5, transcurre toda ella por asfalto. Si bien la salida es exigente, con una rampa de gran desnivel en los primeros 250m, es un tramo muy rápido y cómodo para situarse en una buena posición, con 300 metros de bajada y 2 km llaneando.
La parte más dura de la carrera la encontramos entre el punto kilométrico 2,5 y el Km 5. La resistencia se pone a prueba a través de caminos de tierra. Dos kilómetros y medio de subidas y bajadas, algunas largas y cómodas, y otras con repechos bastante pronunciados. En el kilómetro 4 encontraremos el único punto de avituallamiento liquido que hay durante la carrera. Sin embargo, la dureza de esta parte se ve compensada con la belleza del paisaje, junto al pantano de Cíjara.
Los últimos tres kilómetros de la prueba son relativamente fáciles y sobre todo rápidos de recorrer. Todo es llano y a través de un camino de tierra, exceptuando los últimos 400 metros antes de la meta, los cuales transcurren por asfalto y en subida.
En cuanto al circuito, encontramos tres partes bien diferenciadas:
La primera parte, desde la salida hasta el punto kilométrico 2,5, transcurre toda ella por asfalto. Si bien la salida es exigente, con una rampa de gran desnivel en los primeros 250m, es un tramo muy rápido y cómodo para situarse en una buena posición, con 300 metros de bajada y 2 km llaneando.
La parte más dura de la carrera la encontramos entre el punto kilométrico 2,5 y el Km 5. La resistencia se pone a prueba a través de caminos de tierra. Dos kilómetros y medio de subidas y bajadas, algunas largas y cómodas, y otras con repechos bastante pronunciados. En el kilómetro 4 encontraremos el único punto de avituallamiento liquido que hay durante la carrera. Sin embargo, la dureza de esta parte se ve compensada con la belleza del paisaje, junto al pantano de Cíjara.
Los últimos tres kilómetros de la prueba son relativamente fáciles y sobre todo rápidos de recorrer. Todo es llano y a través de un camino de tierra, exceptuando los últimos 400 metros antes de la meta, los cuales transcurren por asfalto y en subida.